Los expertos dicen que a Italia se le puede llamar legítimamente uno de los países más envejecidos. La patria del vino y la moda ha sido galardonada con este título por la Oficina Central de Estadística (ISTAT) en base a investigaciones recientes.
Según el informe anual de ISTAT, el aumento constante de la esperanza de vida de los italianos, así como la disminución de la tasa de natalidad, han llevado al país de los romances a las cinco naciones más antiguas del mundo.
Por ejemplo, Tinto Brass, de unos 80 años, pasa tiempo con novias jóvenes.
Los problemas democráticos han afectado al país en los últimos años. Quizás uno de los ejemplos más llamativos es la historia del pequeño pueblo de Lissa, donde nació el primer niño nacido en 67 años hace dos meses. Anteriormente, solo cinco personas vivían en este pueblo italiano, y con el nacimiento del pequeño Francesco, seis se convirtieron.
El padre de mamá y bebé, Sabrina, de 31 años, y Michel, de 42, se mudaron a Lissa para dar a luz a un niño en el pueblo, lejos del ruido y el polvo de la ciudad. Sabrina consiguió un trabajo en una escuela en un pueblo vecino, y su esposo está ocupado en una casa y un recién nacido.
Sabrina y Michelle son la confirmación directa de las estadísticas de años anteriores: los italianos planean dar a luz a un hijo durante mucho tiempo y, a menudo, lo posponen. Muy a menudo, un niño nace en la familia. Las italianas deciden quedar embarazadas después de treinta años.
Según la oficina, en Italia por cada cien representantes juveniles, hay aproximadamente 148,6 pensionados. Según este indicador, solo un país logró moverse por la península de los Apeninos, Alemania, donde representa el 155,8%.
Hoy, la esperanza de vida promedio en el país es de 79.4 años para los hombres y 84.4 años para el sexo justo.
En 2011, los científicos ya han confirmado que la esperanza de vida promedio en la península de los Apeninos está creciendo muy rápidamente de año en año, aunque en general la nación puede llamarse saludable. Sin embargo, hace 2 años, el Ministerio de Salud dio la voz de alarma: a pesar del hecho de que el número de casos fatales por cáncer y enfermedades cardiovasculares disminuyó drásticamente, la incidencia de ansiedad y trastornos crónicos aumentó, "proporcionando" a Italia uno de los primeros lugares en la lista Las naciones con menos salud mental.
La misma Oficina de Estadísticas publicó en mayo estadísticas de suicidio en su sitio web de 1993 a 2010, lo que indica claramente que la crisis de 2008 afectó significativamente el estado mental de toda Europa e Italia en particular. La patria de la moda y el vino estaba al final de la lista encabezada por los países bálticos, Noruega, Suecia, Alemania y, para sorpresa de todos, Suiza.
En su informe, la Oficina Central de Estadísticas también indicó que durante los cuatro años de la crisis, el desempleo en el país ha aumentado: el número de italianos sin ingresos permanentes ha aumentado en un millón. La afluencia de extranjeros a Italia en la última década se ha triplicado: si en 2001 el país fue el hogar de 1.300.000 visitantes de diferentes países, en 2011 su número superó los 4 millones, dos tercios de los cuales viven en el centro del país.