Una antigua tradición y un gesto de buena voluntad. El día de la taza de café pagada en Italia se celebra el 10 de diciembre.
Una antigua costumbre nació a mediados del siglo XIX. En Nápoles, por ejemplo, el "café suspendido" se llamaba café, que los ciudadanos más pobres compraban en los bares a los más ricos. Esto se hizo, de acuerdo con la tradición napolitana, con el fin de proporcionar incluso a las personas más infructuosas la oportunidad de apreciar el sabor del espresso real.
Sin embargo, llegó la era del auge económico y el bienestar general, y se olvidó la tradición del café "suspendido". Hasta hoy Debido a la crisis, ha vuelto la costumbre de pagar el café a quienes no pueden pagarlo. Además, en 2011, surgió todo un movimiento nacional, Hanging Coffee Network, que hoy cuenta con unos sesenta bares, festivales y asociaciones que apoyan la iniciativa, desde Trieste hasta Lampedusa. Y esto sin mencionar los ejemplos en España, Suecia y Brasil.
Como funciona Muy simple "En los lugares que brindan esta oportunidad, cualquiera puede dejar una taza de café paga. Los administradores escriben en una pizarra especial cuántas tazas se pueden vender y borran las inscripciones cuando alguien toma este café", explica Chiara Sasso, presidente de la Hanging Coffee Network. "El objetivo", continúa, "es fomentar el intercambio mutuo de alimentos y otros bienes esenciales. Hoy en día, esta práctica se está volviendo cada vez más importante. Estamos tratando de maximizar nuestro proyecto y esperamos que cada día haya más bares y eventos". suspendido "el café crecerá".
Incluyendo por esta razón hoy, 10 de diciembre, simultáneamente con el Día Internacional de los Derechos Humanos, se celebra por tercera vez Día de café suspendido. Una amplia variedad de eventos celebrados en toda Italia incluyen: presentación de informes, actuaciones musicales y artísticas, proyección de cortometrajes y degustación de dulces, maravillosamente en armonía con café italianoque sin duda será "suspendido".
Cabe decir que muchas personas famosas se notaron en las filas de la Red. Desde la popular presentadora de televisión italiana Luca Mercalli y la destacada actriz Franca Rame hasta el alcalde de Nápoles, Luigi de Magritis. Todos ellos abogaron por la idea del café "suspendido". Después de todo, esto no es solo una taza de café, sino un gesto de buena voluntad. Que se acompaña, ¿por qué no? - amable sonrisa.